domingo, 26 de mayo de 2019

Niños con raíces


Esta mañana Violeta y yo hemos participado en una actividad organizada por la Academia Nuevo Arte y la Huerta Peñafiel de Aranjuez llamada “Niños con raíces”. Era una actividad para la creación de hoteles para abejas silvestres en la que niños y adultos reflexionamos sobre la importancia de las abejas, con la intervención de apicultores y productores de la zona. 



Una actividad que tiene lugar precisamente en la semana en la que hemos celebrado el Día Mundial de la Biodiversidad (el 22 de mayo), un día que fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para "informar y concienciar a la población y a los Estados sobre las cuestiones relativas a la biodiversidad". La fecha se eligió por coincidir con el aniversario de la aprobación del Convenio sobre la Diversidad Biológica, firmado en 1992.

Existe una preocupación mundial por el declive de las poblaciones de abejas, una especie que se enfrenta a múltiples amenazas que van desde la destrucción de su hábitat, el uso abusivo de pesticidas y fenómenos globales como el cambio climático.

Las abejas tienen un papel muy importante para la preservación de la biodiversidad, ya que la polinización de las flores es vital para nuestra alimentación y para la biodiversidad, tal y como advierte Greenpeace.

El nombre de la actividad “Niños con raíces” coincide con algunas lecturas en las que me he sumergido recientemente, Los últimos niños en el bosque, de Richard Louv, y Educar en verde de Heike Freire. Ambos autores coinciden en la necesidad de la conexión de los niños con la naturaleza.
Dice Louv que  El juego natural fortalece la confianza en sí mismos y estimula sus sentidos; su conciencia del mundo y de todo lo que se mueve en él, lo visto y lo no visto” y Freire mencionaba en una entrevista que "Lo importante en cualquier caso es acompañarles en el desarrollo de sus conciencia ecológica, partiendo de los instintos de amor y cuidado al planeta con los que todo niño y niña vienen al mundo".

Los niños no solamente han participado con entusiasmo en la actividad, sino que han conocido in situ, una de las actividades con más tradición de nuestro municipio, la agricultura, con dos de sus productos emblemáticos: las fresas y espárragos.

Luis Miguel Peñafiel, productor de Aranjuez

Recorrido por las plantaciones de fresa de Aranjuez

Ha sido una mañana de aprendizaje, de naturaleza y de niños con raíces. Una actividad tan necesaria para aprender a valorar lo que tenemos en nuestro rico entorno. 

Por eso creo que esta actividad tiene mucho valor y no quería dejar pasar la oportunidad de reconocer y dar la enhorabuena por la iniciativa a la Academia Nuevo Arte y la Huerta Peñafiel de #Aranjuez.




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