Hoy quiero dedicar la entrada del
blog al cantautor hondureño Guillermo Anderson (La Ceiba, Atlántida, Honduras;
26 de febrero de 1962- 6 de agosto de 2016), que nos dejó hace ya un año.
Es imposible hablar de la música
hondureña sin hacer referencia a Guillermo, uno de los principales exponentes
de la cultura hondureña, que traspasó fronteras y situó al país en el panorama mundial.
Quiero sumarme con este humilde
blog a los homenajes que en estos días se están haciendo a Guillermo, y
dedicarle mi recuerdo como uno de los precursores de la música de naturaleza,
con mensajes que promueven el conocimiento de la biodiversidad, la comprensión
y el amor por la naturaleza.
Escuchaba a Guillermo desde muy joven,
el álbum “Los Chiquitos” me marcó profundamente y recuerdo canciones con
especial cariño, como “La
morada del Tapir”, una canción que por aquel entonces me despertó la
conciencia ambiental o “Sembrar
un árbol”, un tema musical muy utilizado en las escuelas del país para
realizar acciones de sensibilización ambiental.
Guillermo, acompañado de su
guitarra llevó la naturaleza a las escuelas, dio a conocer nuestra fauna y
flora, cantó al Cuzuco, al Tacuacín y al Tepezcuintle, a nuestros espacios
protegidos, a la cultura, poniendo en valor la riqueza del país. En su álbum “Costa y Calor” (1999, Sello Costa
Norte Records) incluye temas como: Aves, inspirado en el
Parque Natural “Refugio de Vida Silvestre Cuero y Salado”, un área natural
protegida en el litoral Atlántico de Honduras que cuenta con una variada y rica
biodiversidad, con más de 400 especies de aves, o la canción Cortaron el árbol, un
tema tan vigente ahora mismo en Honduras ya que muchos proyectos urbanísticos
amenazan espacios tan emblemáticos como el Parque de La Leona, que posee una
gran variedad de árboles singulares:
MIL ÁRBOLES NUEVOS HOY
CANTARON
LOS NIÑOS DEL MUNDO LOS
SEMBRARON
CELEBREMOS SU VERDE
RIQUEZA
VIVA LA MADRE NATURALEZA
El tema que da título al álbum: Costa y Calor, da a
conocer la riqueza natural del caribe hondureño, las culturas vivas que habitan
en la costa norte, inspirándose en una tarde cualquiera de esas que dejan
huella a quienes viven con los 5 sentidos.
Para los que decidimos estudiar
la carrera de Ingeniería Ambiental en Honduras en los 90´s, Guillermo no solo
fue una inspiración sino que fue una referencia de cómo debería integrarse la
Educación Ambiental en la cultura, de la importancia de promover canales de
comunicación para acercar nuestro patrimonio natural a la ciudadanía.
El pensamiento de Guillermo
Anderson marcó un camino en el panorama cultural hondureño. Inmersos en una
realidad compleja, en un país azotado por la violencia, Guillermo viajó por el
país, investigó sus costumbres y tradiciones, y trazó las bases de un
movimiento cultural popular a través de su música. Fruto de esos viajes, surge
el trabajo discográfico El
tesoro que tenés realizado en la Reserva de la Biosfera de Río Plátano, un
territorio maravilloso y desconocido, declarado por la UNESCO como Patrimonio
de la Humanidad y Reserva de Biosfera en
1980. Este trabajo recopila tradiciones y riquezas de la cultura Misquita,
contando con la participación de uno de los músicos más legendarios de la zona,
Juan Cooper.
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Guillermo Anderson, por Allan Macdonald |
Seguí su trayectoria acudiendo
siempre que me era posible a sus conciertos en Tegucigalpa, y el sentimiento
que me embargaba era el mismo, un entusiasmo y emoción por identificarme con
una propuesta que me acercaba a las raíces de nuestra cultura y que tenía por
escenario los espacios naturales de una tierra fértil y rica.
En el año 2013 ofreció un recital
antológico en Casa de América, Madrid, en donde además se proyectó un
documental realizado por el director salvadoreño Jorge Dalton, titulado Llevarte al mar en el
que Guillermo como protagonista nos acerca a su música de una manera más
intimista y cercana, profundizando en las influencias de la cultura garífuna en
su obra. En este vídeo
podemos conocer más a fondo su pensamiento y su visión.
En palabras de mi amigo y músico José
Manuel Cerrato, "el aporte musical de la trova de Guillermo a la música
hondureña es invaluable ya que logró desarrollar un estilo verdaderamente único.
Sus canciones reflejan una exquisita fusión de elementos de la música garífuna y
afrocaribeña, con blues, rock, reggae, y otros géneros de la música
contemporánea. Además de destacarse por su lírica, la canción “Costa y Calor” representa
un claro ejemplo de la riqueza rítmica, melódica, y armónica de su música."
En una entrevista concedida a
Casa de América, Guillermo decía que le gustaba hacer música para los pies pero
también para la cabeza. Y lo logró, su música llegó a muchos corazones, a
muchas escuelas, traspasó fronteras, fue un verdadero embajador de la cultura
hondureña.
Gracias Guillermo por cantar a
esa Honduras viva y biodiversa, por tu valioso trabajo para difundir el
patrimonio natural de Honduras, por hacernos vibrar con los sonidos de tu
guitarra y sobre todo, por llevar tu canción a todos los rincones del mundo.
Para conocer más sobre la música
de Guillermo: http://guillermoanderson.com/
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