domingo, 23 de julio de 2017

Soria y el Ágora verde




Esta semana tuvo lugar en Soria la I Semana Verde sobre Turismo Sostenible organizada por un grupo de alumnos y alumnas de un programa mixto de Formación y Empleo (Ambientalia II) cofinanciado por la Junta de Castilla y León a través del Servicio Público de Empleo, con el objetivo de formar a nuevos educadores ambientales y realizar obras de educación ambiental en el municipio de Soria.

No estaba dentro de mis planes asistir, y mi presencia fue más bien azarosa, lo cual me alegra enormemente porque fue un evento muy bien organizado, con ponencias de primer nivel y reflexiones imprescindibles para pensar nuestras ciudades desde una perspectiva sostenible, donde el medio ambiente y la ética estén presentes en las decisiones que afectan al territorio y sus recursos.   
Como educadora ambiental, creo que es indispensable que el debate y la reflexión sobre temas socioambientales no se reserve a especialistas ni a foros reducidos. Por eso me ha parecido tan importante esta iniciativa, que como en la antigua Grecia, ha congregado a cientos de personas en un espacio abierto (El Parque La Alameda de Cervantes, “La Dehesa”) que permitió la participación de la ciudadanía y visitantes.

Koldo Díez, José Luis Gallego, Ramón Martí y Juan Luis Hernández

Algunos de los temas que se abordaron fueron: “El turismo sostenible como herramienta de futuro en Soria” por Koldo Díez; “Naturaleza y desarrollo turístico” por el divulgador ambiental José Luis Gallego, La Iniciativa Iberaves a cargo de Ramón Martí de Seo Bird Life Madrid, “Paisaje como capital natural” por el naturalista y galardonado Joaquín Araujo, “Innovación en turismo botánico” por el biólogo Raúl de Tapia, y se presentaron proyectos como el Proyecto Life conservación de la Alondra ricotí y su hábitat en Soria, o el Proyecto Starlight del observatorio astronómico de Borobia.
Tal y como se plantea en la Estrategia Europa 2020, el crecimiento tiene que apoyarse en tres prioridades que se refuerzan mutuamente:  



En este contexto se habló de un modelo de turismo que promueva la conservación de nuestro capital natural, una forma que beneficie a los turistas, a la naturaleza y a la población local. El turismo que pone en riesgo la naturaleza y amenaza la convivencia de las habitantes locales tiene los días contados. En este marco de discusión se habló de las posibilidades de un turismo ornitológico, conectar el paisaje con las emociones, como nos decía Raúl de Tapia: “dejarnos enamorar por otras escalas del paisaje”

Raúl de Tapia, biólogo y escritor
Sin duda alguna uno de los momentos más especiales se vivió el viernes, cuando todos los asistentes pudimos vivir algunos momentos sensoriales que nos conectaron con la naturaleza a través de un viaje sonoro guiado por el naturalista y técnico de sonido Carlos de Hita, o nos detuvimos en la belleza de la lavanda que se repartió al público en pequeñas cajitas de madera junto a un lupa para su observación y contemplación. 

Ana Carricondo, de Seo Bird Life, nos hablaba de la importancia de “naturalizar las escuelas y las ciudades” Que la naturaleza esté presente en las escuelas es tal vez la moción más novedosa presentada por SEO/BirdLife al Congreso de UICN. Solo con educación ambiental, las generaciones futuras podrán afrontar los retos futuros y que, lamentablemente, son fruto del consumo depredador actual.

Cuando llegó el turno del gran naturalista Joaquín Araujo, ya estábamos todos y todas entregados y sus reflexiones calaron en lo más hondo de nuestras conciencias. “Que las plantas nos tiñan la mirada de verde” nos decía Joaquín, quien a su vez nos invitaba al sensibilismo como forma de estar, de conocer y de reconocerse en los paisajes. Evocando a María Zambrano y al gran filósofo de la naturaleza Thoreau, reflexionamos en voz alta sobre nuestra relación con la naturaleza, un ejercicio muy necesario para quienes creemos que hay formas más armónicas de estar en el mundo.
Los más pequeños también tuvieron su espacio en este programa tan amplio. Los Agentes Medioambientales de la Junta de Castilla y León y de la Cuenca Hidrográfica del Duero hicieron una representación de títeres sobre “Micología y Sostenibilidad” donde se explicaba al público asistente la importancia de la conservación de los suelos, en un acto participativo donde los niños y niñas ayudaban a las marionetas a tener un comportamiento respetuoso con el medio ambiente. 









Desde aquí quiero felicitar a quienes hicieron posible esta jornada, a todos los que participaron en este Ágora Verde, porque necesitamos debatir de manera colectiva para construir nuestro futuro común. 

 “Esta tierra no la hemos heredado de nuestros antepasados; la hemos tomado prestada de nuestros hijos.”
Lakota

martes, 18 de julio de 2017

Camping, naturaleza y niños.



 “Porque al final, vamos a conservar sólo lo que amamos. Amaremos sólo lo que entendemos. Vamos a entender sólo lo que nos enseñan”.
 Baba Dioum, conservacionista senegalés


Este verano decidimos retomar una afición que hacía mucho que no disfrutábamos: ir de camping.
Hace 13 años que empezamos a ir de camping, nos gustaba ir de viaje “no planificado” descubriendo parajes y lugares con encanto, y esta opción nos resultaba muy apropiada, además de que empezamos a cogerle gusto al ambiente naturalista, pausado y a poder viajar “ligeros de equipaje”.
Nuestras primeras incursiones en el camping fueron en el País Vasco, y guardamos recuerdos preciosos de muchos lugares, como un camping en la costa vasca que estaba en un entorno natural con vistas al mar y maravillosos acantilados. 

Lo dejamos por unos años, pero el verano pasado, en nuestra nueva condición de madre/padre de una niña a la que intentamos transmitir el amor a la naturaleza, decidimos volver a retomarlo y fuimos en plan familiar con unos amigos al Camping Urbión en la provincia de Soria, un camping situado en el Paraje Natural que se forma en la confluencia del Embalse de la Cuerda del Pozo y El Pinar Grande. 

Si antes nos gustaba el camping por las razones que os comentaba, con niñxs la experiencia es todavía más enriquecedora. El camping es para ellos una escuela abierta en la que pueden interactuar todo el tiempo con la naturaleza, conocerla y aprender a amarla, en un entorno seguro donde se ponen en práctica valores como el trabajo en equipo, la autonomía, el espíritu investigador y sobre todo, reconocerse parte de un todo. 

El fin de semana pasado, ante el anuncio de la ola de calor, decidimos a última hora hacer las mochilas para disfrutar dentro de la misma Comunidad de Madrid de un clima más agradable en un entorno natural de pinares, en Valdemaqueda, un municipio que está dentro de la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) denominada Encinares del Río Cofio y del Río Alberche.

Hemos estado en el Camping El Canto de la Gallina, un sitio muy recomendable para conocer esta zona y los alrededores, a tan solo 77 km de Madrid. Montamos nuestra tienda a la sombra de los pinos y durante nuestra estancia pudimos observar una variedad de aves que nos alegraban con su canto matutino. Mi hija hizo amigos la primera noche, y es que la amabilidad de la gente más experimentada en el mundo del camping es otra de las enseñanzas de esta experiencia. Es curioso, pero la ausencia de muros hace que puedas interactuar de manera más espontánea con tus vecinos, recuperar la palabra (frente a los móviles) como forma de comunicación. 




Brindar experiencias que faciliten el contacto de los niños y niñas con la naturaleza es muy importante para su crecimiento y el desarrollo de la inteligencia naturalista de la que nos habla Howard Gardner en su teoría de las inteligencias múltiples:
 


Nuestra sociedad necesita seres humanos con más empatía con la naturaleza, muchos de los problemas ambientales que tenemos hoy en día denotan una falta de sensibilidad hacia otras formas de vida. La capacidad de maravillarse por un amanecer, por el canto de los pájaros o por el cielo estrellado, son experiencias que ningún ser humano debería perderse.

Si tuviera que decir lo que más me gusta del camping, elegiría el disfrute del tiempo sin prisas: tiempo para la contemplación, la interacción con la naturaleza y la desconexión tecnológica.

Violeta dice que lo que más le gustó fue la piscina, dar de comer a las cabras, observar insectos, dormir en una tienda y hacer nuevos amigos.
Como veis, hay ventajas para todos los gustos. 

¿Los mejores campings?  Yo creo que lo las mejores opciones siempre serán las que se adapten a nuestras necesidades y a nuestros intereses, y afortunadamente el abanico en España es muy amplio.


Memoria gráfica del camping. Dibujo de Violeta.




Sin duda, seguiremos buscando campings con encanto. ¡Hasta la próxima!